La depresión es la enfermedad mental más común a nivel mundial. 5% de los adultos la padecían a nivel mundial (OMS, 2023). La causa exacta de la depresión es muchas veces desconocida ya que es compleja y multifactorial.

Desde hace ya mucho tiempo, se sabe a nivel médico que padecer de hipotiroidismo aumenta el riesgo de experimentar altibajos en el estado anímico e incluso llegar a padecer una depresión. No obstante, cuando las personas lo padecen, pocas veces se les controla de manera adecuada el funcionamiento tiroideo y se les trata sin tenerlo en cuenta.

Por otra parte, cada vez más estudios confirman el rol de la microbiota intestinal y de ciertos nutrientes en el estado de ánimo. Algunos nutrientes intervienen en la producción de neurotransmisores, unas sustancias químicas implicadas en la transferencia de información entre los miles de millones de neuronas. La deficiencia de dopamina y serotonina son dos de estos neurotransmisores implicados, entre otros, en la depresión. En este artículo quiero destacar particularmente la serotonina, también llamada hormona de la felicidad, ya que el riesgo de deficiencia aumenta en caso de hipotiroidismo.