A pesar de que necesitamos cantidades extremadamente bajas de selenio, este oligoelemento es esencial para la función tiroidea, nuestro sistema inmune y nuestra salud en general. Ello se debe, fundamentalmente, al hecho de que el selenio es un componente de toda una serie de proteínas llamadas seleno-proteínas. Esas proteínas intervienen en numerosas funciones de importancia vital gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Varias seleno-protenias van a ayudar así a mantener una tiroides sana y asegurar un buen funcionamiento de las hormonas tiroideas.
Selenio para cuidar tu tiroides
Una de las seleno-proteínas, la enzima glutatión peroxidasa, es crucial para proteger las células del cuerpo, incluidas las de la tiroides, de los daños provocados por sustancias oxidantes generadas por toda una serie de circunstancias que pueden ocurrir de manera natural en el día día. Una de esas condiciones ocurre en la tiroides cuando el yodo aportado por nuestra alimentación se transforma en la forma de yodo que podrá usar la tiroides para producir hormonas tiroideas. O sea que por el mero hecho de crear hormonas tiroides, generamos una sustancia oxidante llamada peróxido de hidrógeno mejor conocida como agua oxigenada. La glutatión peroxidasa neutralizará esa sustancia y nos ayuda así a prevenir la destrucción de la tiroides.
Por lo tanto, una deficiencia de selenio acompañada de exceso de yodo puede aumentar el riesgo de una destrucción de la tiroides. Además, según ciertos estudios, también podría aumentar el riesgo de la aparición de anticuerpos contra la antiperoxidasa tiroidea (ATPO), la enzima que usan las células en la glándula tiroides para producir la hormona tiroidea a partir del yodo y el aminoácido tirosina. Según ciertas teorías científicas, ese aumento de anticuerpos podría finalmente reforzar o generar la tiroiditis de Hashimoto.
Por eso, a veces se recomienda a las personas con Hashimoto no tomar complementos de yodo.
Espero que ahora entiendas la importancia de verificar los niveles de yodo del cuerpo (con las orinas de 24 horas) al mismo tiempo que los del selenio en la sangre para determinar si hay deficiencias del uno o del otro y si habría que aumentar sus aportes de yodo y/o selenio a través de la alimentación y/o a veces a través de complementos alimenticios.
Selenio para mejorar el funcionamiento de de las hormonas tiroideas
Otra de las seleno-proteínas cruciales para asegurar un buen funcionamiento de las hormonas tiroideas es la desyodsa. Es una enzima que permite activar las hormonas de reserva (T4) a la triyodotironina (T3), la hormona activa. La T4, producida por la tiroides o provenientes de la levotiroxina (LT4) presente en las pastillas de hormonas tiroideas de sustitución, necesita transformarse en T3 para poder actuar a nivel celular y producir así la energía que el cuerpo utilizará para realizar todas sus funciones.
Por eso, una deficiencia en selenio puede llevar a una deficiencia en T3 y provocar la aparición de síntomas de hipotiroidismo.
Selenio para proteger tu tiroides de los tóxicos
El selenio también tiene un rol de modulador de la toxicidad de metales pesados como el metilmercurio presente en muchos pescados como el atún y el pez espada. Esos metales pesados además de ser dañinos para la salud en general, también impiden que se activen las hormonas tiroideas de reserva (T4) a hormonas activa (T3) y pueden provocar síntomas de hipotiroidismo.
Efectos de una deficiencia de selenio
Además de provocar la aparición de síntomas de hipotiroidismo, una deficiencia de selenio, también puede provocar la aparición de los siguientes problemas de salud:
- Anomalías en el funcionamiento del sistema inmunológico (incluyendo aumento de riesgo de producir un cáncer y de Tiroiditis de Hashimoto, en caso de exceso de yodo).
- Aumento de la virulencia y la progresión de infecciones virales (Ej. Virus de la gripe, hepatitis y VIH).
- Infertilidad masculina y posiblemente femenina (aumento del riesgo de aborto).
- Baja del sistema antioxidante y antiinflamatorio.
- Desregulaciones/alteración/descompensación de algunos neurotransmisores en el cerebro (aumento de la incidencia de depresión, ansiedad, confusión mental y hostilidad, ataques epilépticos y Alzheimer).
- Índice de la glucemia descompensado/alterado.
- Mala eliminación de ciertos metales pesados (plomo, mercurio) tóxicos para el cuerpo y la tiroides.
Por todo ello, es importante asegurarte que no seas deficiente en selenio.
Causas de deficiencia de selenio
Una de las razones de deficiencia de selenio es tener una dieta pobre en nutrientes (ej. mucho alimento procesado), poco variada, pobre en proteína y/o en alimentos que son buenas fuentes de selenio como los crustáceos y el pescado. Por lo tanto, si eres vegana o vegetariana, eres mucho más propensa a tener esa deficiencia.
Por otra parte, a pesar de consumir alimentos fuente de selenio, puedes seguir siendo deficiente si padeces de una absorción intestinal de nutrientes alterada, como es el caso cuando se padece de una enfermedad intestinal (enfermedad/síndrome de Crohn, enfermedad celíaca, inflamación intestinal, desequilibrios de la flora intestinal etc.) o cuando (y eso es menos conocido) tu estómago no produce bastante ácido clorhídrico (hipoclorhidria). Desgraciadamente, si padeces de hipotiroidismo, tienes muchos riesgos de que esa falta de acidez en el estómago te ocurra y te impida absorber nutrientes como el selenio, el hierro, la vitamina B12.
Fuentes de selenio
El selenio se encuentra en traza, en particular en los crustáceos, el pescado, los huevos y en la carne, especialmente las vísceras (pero que solo conviene consumir muy de tanto en tanto, ya que concentran contaminantes). Algunos vegetales como las cereales, harinas completas y algunas verduras pueden tener algo de selenio, pero en cantidades que varían mucho según el tipo de suelo donde se cultivan. Como en Europa suelen ser demasiado bajos los niveles de selenio en los suelos, los productos de origen vegetal europeos no pueden ser considerados como buenas fuentes de selenio. Además, el selenio que proviene de alimentos de origen animal se absorben mejor que los de origen vegetal. Por eso, te recomiendo consumir 3-4 veces por semana crustáceos o pescado idealmente pequeños y grasos (ejemplo: sardinas, anchoas, caballa) y carne, de manera que 1/3 de las proteínas que consumes sean de origen animal.
Por otra parte, también te recomiendo consumir 2-4 nueces de Brasil por día, ya que ningún otro alimento aporta tanta cantidad de selenio. Esas nueces provenientes de la selva tropical de las amazonas se producen en Brasil, Perú y Bolivia. A pesar de que sus niveles de selenio varían según la zona de producción, solo con consumir 1 a 10 (dependiendo de su procedencia) nueces al día cubres la cantidad diaria de selenio recomendada. De hecho, algunos estudios consideran la posibilidad de usar estas nueces de Brasil como suplemento natural de selenio. Además, estas nueces también te aportarán toda una serie de otros nutrientes, grasas saludables, proteínas y otros micronutrientes (magnesio, cobre y zinc) fundamentales para asegurar la función tiroidea. Te dejo los criterios de compra y las nueces de brasil que consumo yo en otro artículo que encontraras aquí .